Una vez Kapelito, muy borracho, le pregunto a John Dai, quien estaba aún más borracho, que sentía cuando estaba tocando en vivo. Estaban los dos sentados en un sofá cualquiera, en una casa cualquiera, en una fiesta cualquiera. No había mucha gente, menos mujeres, solo unos cuantos pasteles, igual que ellos. Estaban entre iguales.
John Dai sostenía su vaso, semi vacío, semi tibio; una semi piscola, semi tesito. Kapelito estaba entrando a su etapa sentimentaloide, mientras John Dai comenzaba a odiarlo todo y a todos. Kapelito había perdido completamente su proxemia[1], y le hablaba de muy cerca, escupiéndole de vez en cuando en el rostro, mientras con el cigarro en su mano inconsciente y oscilante, le quemaba su chaqueta de cuerina perpetua, así como el sofá e incluso se auto infería quemaduras en su propio polerón, que no era de él, sino de Pablo Pablo Pablo.
Pero a John Dai eso no le molestaba más que cualquier otra cosa, le tenía sin cuidado, ya que estaba sumido en su profunda decepción. Pensaba: -siempre terminamos en lo mismo. Siempre los mismos, siempre en lo mismo.-Y si no qué? Fue allí cuando Kapelito, hizo un giro en la conversación, y le hizo esa pregunta.
A lo que John Dai contestó:
-Mira gueón, más que sentir algo, estoy pensando en que tengo que estar concentrado. Estoy pensando, que aunque estén pasando miles de cosas por mi cabeza, tengo que acordarme que tema tengo que tocar. Tengo que acordarme donde poner los malditos dedos, y cuando debo hacerlo. Tengo que acordarme del último arreglo, del último ultra peludísimo tema, que se les ocurrió a estos imbéciles imposibles. Tengo que acordarme de respirar. De no cerrar mucho los ojos, por que me voy y no vuelvo. Además tengo que olvidarme de todas mis pesadillas paranoicas, como que se me corta una cuerda, o que salta un neo nazi del público que quiere asesinarme, o que aparece mi vieja con mis calzoncillos con pelas de forro, o cualquier otra locura...
-Pero sabí que culiao? -por sobre todas las cosas, tengo que acordarme que estoy tocando, en vivo, con mis amigos, con mi gente, con mi barrio[2], con mis hermanos, chulamente dicho, y ultra cursi, y que es la raja, que es todo, y es por lo que vale o toma sentido toda mi insignificante existencia. Tengo que acordarme de la cara del Nasho, pegándole a los tarros como un verdadero hijo de puta y Kaztrol mandándose un punteo de los mil infiernos, y la cara de los tipos transformados en demonios, poseídos, extasiados, borrachos y sumamente alegres. Eso siento culiao.
Por supuesto que después de esto, por las mejillas de Kapelito, caían lágrimas de emoción al escuchar estos delirios etílicos, y John Dai al fin, podía inflar su pecho de ego, al saber que, aunque no fuera nadie a verlos, por lo menos iba a estar, allí, gritando como una loca, el eterno palo blanco de SiFiLiS, Kapelito el inmortal, acompañándolo como una vil pussy[3], como el par de pussys que eran y que serán, por el resto de sus pusilánimes vidas.
Así que si tú eres, un pussy lovers o tienes una pussy, o la perdiste y estás desesperadamente buscando una, como una vil pussy pussy, entonces no te pierdas, este viernes a:
The Pussy Lovers (SiFiLiS) y The Mamas and The Sualou (The Blower Boys) aka Cromato.
[1] Término antropológico, dice relación con el espacio alrededor de tu cuerpo, que varia culturalmente, obviamente según tu estado de lucidez, como muchas veces le pasa a los curagüillas. Una interesante palabra para que utilicen para reírse de sus amigos borrachos.
[2] Esto hay que pronunciarlo como centro americano.
[3] Todos sabemos que es una pussy, si no, no estas en edad para leer esto o eres simplemente un imbécil.
John Dai sostenía su vaso, semi vacío, semi tibio; una semi piscola, semi tesito. Kapelito estaba entrando a su etapa sentimentaloide, mientras John Dai comenzaba a odiarlo todo y a todos. Kapelito había perdido completamente su proxemia[1], y le hablaba de muy cerca, escupiéndole de vez en cuando en el rostro, mientras con el cigarro en su mano inconsciente y oscilante, le quemaba su chaqueta de cuerina perpetua, así como el sofá e incluso se auto infería quemaduras en su propio polerón, que no era de él, sino de Pablo Pablo Pablo.
Pero a John Dai eso no le molestaba más que cualquier otra cosa, le tenía sin cuidado, ya que estaba sumido en su profunda decepción. Pensaba: -siempre terminamos en lo mismo. Siempre los mismos, siempre en lo mismo.-Y si no qué? Fue allí cuando Kapelito, hizo un giro en la conversación, y le hizo esa pregunta.
A lo que John Dai contestó:
-Mira gueón, más que sentir algo, estoy pensando en que tengo que estar concentrado. Estoy pensando, que aunque estén pasando miles de cosas por mi cabeza, tengo que acordarme que tema tengo que tocar. Tengo que acordarme donde poner los malditos dedos, y cuando debo hacerlo. Tengo que acordarme del último arreglo, del último ultra peludísimo tema, que se les ocurrió a estos imbéciles imposibles. Tengo que acordarme de respirar. De no cerrar mucho los ojos, por que me voy y no vuelvo. Además tengo que olvidarme de todas mis pesadillas paranoicas, como que se me corta una cuerda, o que salta un neo nazi del público que quiere asesinarme, o que aparece mi vieja con mis calzoncillos con pelas de forro, o cualquier otra locura...
-Pero sabí que culiao? -por sobre todas las cosas, tengo que acordarme que estoy tocando, en vivo, con mis amigos, con mi gente, con mi barrio[2], con mis hermanos, chulamente dicho, y ultra cursi, y que es la raja, que es todo, y es por lo que vale o toma sentido toda mi insignificante existencia. Tengo que acordarme de la cara del Nasho, pegándole a los tarros como un verdadero hijo de puta y Kaztrol mandándose un punteo de los mil infiernos, y la cara de los tipos transformados en demonios, poseídos, extasiados, borrachos y sumamente alegres. Eso siento culiao.
Por supuesto que después de esto, por las mejillas de Kapelito, caían lágrimas de emoción al escuchar estos delirios etílicos, y John Dai al fin, podía inflar su pecho de ego, al saber que, aunque no fuera nadie a verlos, por lo menos iba a estar, allí, gritando como una loca, el eterno palo blanco de SiFiLiS, Kapelito el inmortal, acompañándolo como una vil pussy[3], como el par de pussys que eran y que serán, por el resto de sus pusilánimes vidas.
Así que si tú eres, un pussy lovers o tienes una pussy, o la perdiste y estás desesperadamente buscando una, como una vil pussy pussy, entonces no te pierdas, este viernes a:
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[1] Término antropológico, dice relación con el espacio alrededor de tu cuerpo, que varia culturalmente, obviamente según tu estado de lucidez, como muchas veces le pasa a los curagüillas. Una interesante palabra para que utilicen para reírse de sus amigos borrachos.
[2] Esto hay que pronunciarlo como centro americano.
[3] Todos sabemos que es una pussy, si no, no estas en edad para leer esto o eres simplemente un imbécil.